La imparable escalada del coste de las materias primas, agravada además por el aumento de los costes logísticos, está derivando en una situación alcista en el precio de adquisición y venta de una amplia cantidad de productos. Este hecho no puede desligarse de la resaca de una pandemia mundial que aun azota, la consiguiente rotura de la cadena de suministro y el imparable aumento de la demanda durante la desescalada, sobre todo por parte de EEUU. Una situación que amenaza, además, con ralentizar el mercado.
El mercado de HVAC tiene el foco puesto en materias primas estratégicas que no han escapado al fenómeno alcista. El incremento del precio del cobre y un posible desabastecimiento del mismo encabeza el ranking de preocupaciones del sector, seguido del aluminio, el acero y el PVC. También destacan materiales aparentemente menos comunes como el silicio, empleado en la fabricación de silicona. Y en los últimos meses hayan saltado las alarmas de una posible escasez de magnesio, clave para fabricar aluminio y acero, que puede causar paradas de producción.
El último invitado a esta “tormenta perfecta” es el gas, cuyo coste ha experimentado un aumento de más del 340%. Todo esto conduce a un escenario de incertidumbre que nos aleja, al menos por el momento, de la tan citada “vuelta a la normalidad” tan repetida por los políticos y gobiernos de todos los países.