La climatización es el proceso por el que se hace que una estancia interior tenga las condiciones de calidad del aire, humedad relativa y temperatura adecuada para el bienestar de las personas.
Engloba tres tipos de procesos: calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC). También, cada vez más, participan otros conceptos como humidificación y deshumidificación y la purificación del ambiente.
El proceso de calefacción hace referencia a calentar un espacio o un edificio, normalmente con fines de comodidad o control ambiental. También puede referirse al sistema o equipo utilizado para proporcionar calefacción, como radiadores, calderas o calentadores eléctricos. La calefacción es una característica importante de muchos hogares, oficinas y edificios públicos en climas más fríos, donde es esencial mantener una temperatura interior cómoda y segura durante los meses de invierno.
La ventilación se refiere al proceso de renovación del aire en un espacio cerrado, para mejorar la calidad del aire y mantener un ambiente saludable y seguro. Esto se logra mediante la extracción del aire viciado, que contiene dióxido de carbono, humedad, olores y otros contaminantes, y su reemplazo por aire fresco del exterior. La ventilación puede ser natural o mediante sistemas mecánicos como ventiladores, extractores y aire acondicionado. La ventilación adecuada es esencial en edificios, hogares y espacios de trabajo para evitar la acumulación de contaminantes en el aire y reducir el riesgo de enfermedades respiratorias y otros problemas de salud.
Por último, el aire acondicionado es un sistema que se utiliza para regular y controlar la temperatura, la humedad y la calidad del aire en un espacio cerrado. Funciona mediante un proceso de refrigeración que consiste en extraer el calor y la humedad del aire del interior, enfriarlo y luego devolverlo al espacio para crear un ambiente más confortable y fresco. Los sistemas de aire acondicionado pueden ser de diferentes tipos, como los sistemas de ventana, los sistemas de pared, los sistemas centrales y los sistemas portátiles, y pueden utilizar diferentes tecnologías, como el aire acondicionado con bomba de calor, el aire acondicionado evaporativo y el aire acondicionado con refrigerante.